No es fácil acabar un ensayo y que a tod@s nos parezca que ha salido bien. De hecho, hacía tanto tiempo que no teníamos esa sensación, que ha sido revitalizante volver a vivirla. Seguramente hay dos motivos: uno técnico y otro humano.
El técnico es que hemos cambiado nuestro equipo de voces. Después de muchos años a sus espaldas, el viejo equipo de voces Peavey estaba muy perjudicado, con un canal roto. Ahora ha llegado a la Casa de Espinete un equipo Yamaha heredado de Maryland, el grupo que formaron María López y José Manuel Segovia. Ya no hay que gritar para escucharse y eso se agradece. Por primera vez Josep tuvo que decir aquello «Me puedes bajar la voz». Inaudito. Hay que sumarle también en el apartado técnico que parece que hemos encontrado una configuración en el local de ensayo donde todo suena más o menos equilibrado. Ayer María varió su posición y parece que todo suena en su sitio.
En cuanto a la cuestión humana, resulta que entre pitos y flautas ya llevamos muchos ensayos con Vicente Prats y eso al final se nota. Poco a poco el bueno de Vicente se siente más cómodo con las canciones y el sonido está más cohesionado con el resto del grupo. En ese sentido, parece que Iba Andando vuelve a funcionar en los ensayos. Ayer parece que dejamos de lado esa sensación de caos que muchas veces nos invade. Así que pinta bien para el concierto en la sala The Factory de Alcoi, el próximo 6 de marzo.
En cuanto a la grabación, el otro día Josep fue a grabar de nuevo las voces porque no nos había gustado el resultado. Avanzamos en la mezcla y poco a poco la cosa va tomando forma. A ver si dentro de poco podemos colgar el adelanto de nuestro primer disco.