Lo que ocurrió el pasado fin de semana fue muy grande para Iba Andando. Nos han pasado muchísimas cosas en pocos días y todavía no somos capaces de asimilarlas.
El viernes se hizo oficial el veredicto del concurso nacional Levi’s 501. Que nos dijeran por teléfono que éramos uno de los cinco finalistas de toda España entre casi 1.000 aspirantes nos pareció increíble, con la cantidad de buenos grupos que hay en este país. Pero cuando nos dijeron que abríamos el concierto de Lori Meyers el 18 de abril en The Mill, aquello se convirtió en una fiesta para nosotros. Hubo gritos de emoción, silencios de incredulidad y risas tontas…
Sin tiempo par asimilarlo nos plantamos en el Black Note para tocar con Febrero. Ya dijimos que hacía mucho tiempo que le habíamos echado el ojo a estos tarraconenses y por fin, después de varias intentonas, conseguimos hacer un concierto juntos. Todo fue de maravilla. La sala se llenó de público hasta los topes. Febrero sonaron casi perfectos. Sus canciones enganchan. Son buenos, muy buenos.
Iba Andando subió a darlo todo. Nos apetecía otro concierto loco. Seguramente renunciamos premeditadamente a sonar perfectos, pero a cambio nos entregamos al público y le dimos la mayor intensidad a las canciones. El resultado fue increíble. Por primera vez oímos nuestras canciones cantadas por el público y numerosas ovaciones. Os estaremos eternamente agradecidos por hacérnoslo pasar tan bien.
Iba Andando en Black Note
© CarlosBartual.com
Hubo momentos mágicos. Cuando María se ganó al público con sus palmas en The first single (The Format), una de las dos versiones que estrenamos (La otra fue Always Love, de Nada Surf). O cuando Nico lo dio todo en Postales, como un bárbaro, con una energía increíble. O Jose y su tremenda habilidad para llenar de melodía las canciones. Y la entrega de Josep, que trató de vaciarse en el escenario. Ahora, después de oír grabado el concierto necesitará unas buenas clases para guardar modales. Dijo una cantidad de tacos desorbitada. Pide disculpas desde aquí.
El fin de semana lo completamos con una comida de hermandad con Febrero presidida por dos espectaculares paellas. La mejor guinda. De Febrero nos hemos llevado la mejor de las impresiones. Son grandes músicos y excelentes personas. Seguro que algún día volveremos a compartir un escenario.
Todo fue fantástico. Bueno, todo no. Uno de nosotros pasó personalmente el peor fin de semana de su vida. Pero esa historia es sólo para nosotros.
Gracias a todos.