Stop

No hay más ciego que el que no quiere ver, y eso es un poco lo que le pasaba a Josep la semana pasada. Al final, con tranquilidad y buenos alimentos admitió que es imposible que podamos grabar este año nuestra segunda demo larga. En principio teníamos reservada la última semana de noviembre para pasar por el estudio Blackout Musice, pero después de reflexionar un poco sobre todo lo que nos queda por delante, hemos decidido aplazar nuestra grabación.

Lo cierto es que los tres conciertos que nos quedan este año nos obligan a prepararlos con cierta decencia, sobre todo el del próximo 21 de diciembre con Amigos Imaginarios. Y para iba andando tener un concierto significa ensayar mucho el repertorio. Entre concierto y concierto seguiremos preparando temas nuevos. La semana pasada nos pusimos con «Me haces daño» y «Perseguido». La primera es una canción bastante vieja, de otras épocas en las que militaron Josep y Carmina. Pero era una de esas canciones que nunca puedes dejar en el baúl de los recuerdos si tienes la oportunidad de grabar. Ya nos pasó con «Tú y yo» y el resultado fue muy bueno.

La otra canción, «perseguido», es una revisión total del tema que estuvimos tocando el año pasado. De hecho, lo único que queda de aquella canción es la letra. Seguiremos preparando mientras canciones nuevas. Hay material de sobra, y muchas de ellas nunca saldrán del local de ensayo.

¿Grabar? Pues ya será en 2008… Parece que iba andando estará en silencio durante un tiempo.

Agua para todos

Después del subidón del concierto del Fotomatón (vaya, cuánta rima rimbombante!), esta semana debería haber regresado a los ensayos, pero por unas cosas u otras todavía no lo hemos hecho. Principalmente por la lluvia, que un día dejó KO a Carmi y otro a Vicente, así que esperemos que mañana viernes recuperemos el ritmo normal de ensayos.

Hay mucho trabajo por delante. Casi que demasiado. No sólo hay que cerrar las canciones nuevas (algunas no son más que ideas grabadas en dos minutos), sino que entre los diez temas que pululan por ahí tenemos que seleccionar los cinco que registraremos en Blackout. Y eso en poco más de dos semanas, porque luego vienen conciertos y también debemos prepararlos mínimamente. En fin, que nos ponemos las pilas o…

Nos había planteado dejar de tocar hasta que cerremos la grabación, pero han salido un par de compromisos a los que no podemos renunciar, como son el Morvedre en Directe (un concurso) y la fiesta de El Troglogló, donde se presentan las dos nuevas canciones de iba andando. En fin, las cosas vienen así…

Por otra parte, últimamente teníamos muy descuidada la web. Rogamos mil disculpas porque estamos de traslados y líos varios, y en el nuevo hogar del webmaster de momento no tenemos conexión a internet. Así que tal vez a partir de ahora la web, el myspace, el fotolog y este blog tarden un poco en ponerse al día.

La lluvia mola, pero ya cansa, ¿no?

31 horas de viaje increíble

Todo comenzó a las 8 de la mañana. Nos íbamos a Madrid, nuestra primera visita a la capital de este curioso país. A las diez debíamos salir, pero a Nico se le jodió el coche. Al final, con unas llamadas conseguimos recambio, pero tardaría un poco. Nos fuimos a almorzar y Vicente nos explicó cómo se pide un auténtico almuerzo de bar. A las 12 del mediodía nos pusimos en marcha. Paramos a comer casi llegando a los terrenos que domina la Espe (ranza Aguirre), donde degustamos una ensalada de pollo en la que era difícil encontrar a esta preciada ave mediterránea.

A las tres llegamos a Madrid. Gracias a la ayuda de Tom Tom, nos llevó hasta la puerta del Fotomatón Bar. Pero faltaban un par de horas para que abriera, así que primero nos fuimos a tomar café a una bodega de infausto recuerdo para Vicente, donde tuvo una visión que tardará en olvidar. Luego nos echamos al césped de la plaza España y estudiamos los hábitos del madrileños, muy similares al resto de la población mundial.

Por fin Fotomatón abrió sus puertas. Unas cervezas, unas animadas charlas y algún rato esperando a Luca. Llegaron, montamos, probamos y luego a esperar la hora del concierto. Vicente y Carmi reclutaron a Julio de la Rosa en un restaurante chino. No nos lo creíamos, pero ahí estaba delante nuestro un tipo brillante, viendo un concierto de iba andando. Acojonaba. La verdad, un tío muy sencillo y simpático, algo enigmático. Estuvimos charlando un rato con él tras el concierto y cuando se fue caímos en la cuenta de que el pobre había tenido que pagar por vernos, que tiene delito la cosa… Fotomatón genial y Luca también.

Luego, unas copas y a dormir. Gracias a Pablo y Carmen, dos buenos amigos, pudimos dormir en confortables habitaciones de un piso recién estrenado. Y al día siguiente nos prepararon un desayuno de esos que sólo sirven en los hoteles de tres estrellas para arriba. Genial.

Besos, adioses, abrazos y de nuevo en la carretera. Tres horas encerrados en un Audi rumano para recordar que nunca hubiéramos imaginado que iba andando disfrutaría de tantas cosas buenas. Así que las viviremos con todas nuestras energías y aprovecharemos los buenos ratos como nadie. A mediodía en casa, y entonces aparcamos nuestra pequeña vida paralela de músicos y retomamos el día a día de siempre.

Odio el myspace

Emulando a uno de nuestros ídolos del blogging (me lo acabo de inventar), Odiolitos, hoy vamos a patalear y a odiar un poco ese fantástico invento llamado myspace. Es la leche y una de las grandes (dijimos grandes, eh!) revoluciones de la música en estos años. Porque al fin y al cabo el puñetero mp3 es un soporte más, pero el myspace ha sido una plataforma increíble, que ni el simpático Tom nunca le hubiera dado tanto crédito. Gracias al myspace, y como le habrá pasado a miles de grupos más en todo el mundo, hemos conseguido que cientos de personas nos escuchen, nos han salido concierto e incluso algún fan, que siempre es de agradecer.

Pero el myspace, como es una herramienta casi esencial para cualquier grupo, también nos acaba por esclavizar. Horas y horas delante del ordenador y seleccionando «amigos» para tratar de promocionar un concierto tuyo, como el del próximo sábado en Madrid.

Por lo demás, este blog lo tenemos un poco olvidado. Demasiados frentes abiertos. Sólo podemos contar que los ensayos siguen y continúa el buen ambiente. Después de que no hace mucho superásemos varios match balls seguidos, ahora parece que comenzamos a funcionar como un auténtico grupo. Los carteles de «respeta a los demás» funcionan y ojalá sigan funcionando por mucho tiempo.

Tenemos unas ganas tremendas de ir a tocar a Madrid, con Luca. La pregunta es ¿vendrá alguien a vernos o volveremos a ser víctimas de las fiestas? Ya nos pasó en Granada y cuando elegimos la fecha de Madrid parecía que el 13 era un buen finde, pero no parece que pinte muy bien la cosa. Todos de vacaciones. Señores, señoras, ¡que hay que ahorrar, que el euribor un día de estos nos da un susto de muerte!

La buena vida

Como quien dice, nos queríamos tomar otra semanita de descanso, pero va a ser que no, ya que en diez días estamos tocando otra vez en Madrid.

A ver si luego del Fotomatón nos centramos para lo de los temas nuevos, que los tenemos así medio aparcados.

De los días anteriores sólo podemos decir que cada día nos sentimos más afortunados de conocer a gente como los Kepler. Buenos compañeros, y amigos claro, pero sobre todo compañeros, que en esto de la música lo hemos echado bastante de menos.

Teníamos claro que llegaría el día en que en un concierto tocaríamos solos. Y bueno, en Bad Voodoo no tocamos solos de milagro. A última hora llegaron los Kepler y más o menos 15 clientes habituales del pub. De todas formas, nos sentíamos tan a gusto, que lo pasamos realmente bien. Nos encantaría que en todos los bolos estuvieran a reventar, pero somos conscientes de que alguna que otra vez nos tocará enfrentarnos a una sala medio vacía. Lo bueno, es como somos capaces de divertirnos también así. Un diez para Calleja y Estela, del Bad Voodoo, gente realmente muy amable.

Oficialmente todos los dando hemos dejado ya las vacaciones atrás. Ahora toca otoño, ensayos nocturnos, un poco de frío y la jodida rutina diaria. A veces se echa de menos una bola roja de esas como las de Cuatro, para evadirse de todo, pero es lo que hay…